MÁS ALLÁ DEL CERO ENERGÉTICO: LA SEGURIDAD ELÉCTRICA EN LA RECUPERACIÓN DEL SERVICIO

El masivo corte de energía que afectó a España, Portugal, Andorra y parte de Francia constituyó un suceso excepcional en la historia reciente de la red eléctrica. No solo impactó por su tamaño y velocidad, sino también por los grandes desafíos que surgieron durante la recuperación del servicio. Además de la interrupción inicial, el verdadero peligro se evidenció en el proceso de recuperación: revitalizar redes afectadas, intervenir en sistemas fundamentales y asegurar la protección de los empleados en un entorno inseguro. Este acontecimiento, novedoso y esclarecedor, nos advierte que la seguridad eléctrica no se restringe a evitar apagones, sino que debe aplicarse de forma estricta a todo el proceso de restauración. En este artículo, examinaremos los riesgos que surgen después de un apagón considerable, la relevancia del equipo de protección personal (EPP), la urgencia de entrenamientos especializados y el papel fundamental de los estudios de ingeniería en la mitigación de riesgos futuros.

¿Qué peligros surgen durante la recuperación eléctrica?

Tras un corte de luz masivo, restaurar el suministro eléctrico no es una tarea fácil. A pesar de que la prioridad es restablecer la energía lo más pronto posible, existen múltiples peligros importantes que deben considerarse para asegurar la seguridad de los operarios y prevenir más daños a la infraestructura. A continuación, se describen los riesgos más relevantes:

Tareas de mantenimiento a líneas de alta tensión durante la restauración del servicio eléctrico.

1. Riesgo de electrocución

Una de las principales amenazas durante la restauración de electricidad es el contacto accidental con equipo y cables que, aunque no estén totalmente activos, pueden estar parcialmente energizados debido a las reparaciones que se están realizando. Esto incrementa el peligro de electrocución, que puede resultar mortal si no se adoptan las precauciones necesarias.

Causas habituales: identificación incorrecta de la línea eléctrica, errores humanos durante el manejo de equipos y fallos en los sistemas de seguridad.

Medidas de prevención: los empleados tienen que cumplir con estrictos protocolos de aislamiento, apagado de energía y confirmación de la seguridad de las líneas antes de actuar.

2. Condiciones peligrosas del entorno de trabajo

Durante un apagón significativo, los operarios frecuentemente se encuentran ante condiciones laborales complicadas: escasa visibilidad, poco tiempo para llevar a cabo las reparaciones y, en ocasiones, clima desfavorable. Estas circunstancias incrementan el riesgo laboral, elevando la posibilidad de incidentes.

Una comunicación inadecuada o entre brigadas de trabajo y centros de control puede generar retrasos y errores que incrementan el riesgo de las tareas que intervienen en la recuperación del servicio.

Riesgos complementarios: confusión, tropiezos, incidentes con maquinaria y deficiencia en la comunicación.

Acciones preventivas: asegurar que los grupos de trabajo estén correctamente capacitados para funcionar en situaciones extremas, usando EPP apropiado (iluminación de seguridad, vestimenta adecuada para climas adversos).

3. Fallas en equipos de protección

Un riesgo significativo es el mal desempeño de los equipos de protección. Los EPP como guantes aislantes, cascos y botas dieléctricas son fundamentales para la protección de los trabajadores durante la restauración, pero si no están en perfectas condiciones o son inadecuados, se transforman en una falsa sensación de seguridad.

Problemas frecuentes: deterioro de los equipos, uso inadecuado o ausencia de revisión previa al comienzo de las tareas.

Acciones preventivas: llevar a cabo un estricto control de calidad y garantizar que todos los empleados estén entrenados en el uso adecuado del EPP.

La importancia de la seguridad eléctrica

Después de identificar los riesgos críticos en la restauración del servicio eléctrico, es claro que la seguridad no puede ser un asunto al azar. La capacitación constante, el diseño y mantenimiento correcto de los sistemas eléctricos y los protocolos de seguridad son fundamentales para asegurar que los empleados realicen su trabajo con el mínimo riesgo posible. 

Para minimizar estos riesgos, es esencial que los empleados dispongan de los más adecuados equipos de protección personal (EPP), que no solo aseguren su bienestar, sino que también les faciliten desempeñar sus funciones de manera efectiva. Este es un aspecto fundamental para evitar y reducir los riesgos.

La capacitación continua es vital no solo para utilizar el EPP adecuadamente, sino también para capacitar a los empleados frente a cualquier eventualidad durante la recuperación del servicio. La formación debe abarcar la comprensión de protocolos de emergencia y el manejo correcto de herramientas y equipos.

Conocer nuestro sistema eléctrico y los riesgos asociados a las tareas de mantenimiento y operación de cada equipo es vital para la reducción de accidentes.

El éxito de la restauración eléctrica no depende solo de tener los mejores equipos, o de capacitar a los trabajadores, o de diseñar la infraestructura más avanzada. La clave está en la integración de estos tres elementos: un sistema eléctrico bien diseñado, un equipo bien capacitado, y trabajadores que cuenten con los equipos adecuados.

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